17 de abril de 2012

Densidad de la población en España (2011)


Este mapa de coropletas representa la densidad de población en cada una de las cincuenta provincias de España (no se tienen en cuenta Ceuta y Melilla) expresada en habitantes por kilómetro cuadrado. Dependiendo del número de habitantes por kilómetro cuadrado las provincias se clasifican en 5 grupos (0-50, 50-100, 100-150, 150-200 y +200).


Como en prácticamente todos los ámbitos geográficos, observamos una gran diversidad entre las diferentes zonas de España. Nuestro país está caracterizado por grandes diferencias entre sus propias comunidades. Para comenzar con el comentario explicaremos primero la situación de las provincias más pobladas (+200):


Estas provincias se encuentran en sitios estratégicos de España. Madrid, la provincia más poblada de España, es el centro neurálgico de nuestro país, en ella se llevan acabo las principales acciones de prácticamente todos los ámbitos, además es una de las provincias más industrializadas y, por tanto, más desarrolladas. Barcelona es un caso parecido, siendo la segunda provincia más importante de España también concentra muchas decisiones importantes y un alto nivel de industrialización y desarrollo. Tanto Bilbao como Guipúzcoa son provincias importantes en España debido a su alto grado en industrialización y a su gran apuesta por los parques tecnológicos y la inversión en I+D+i. Lo mismo ocurre en Pontevedra una gran provincia industrializada y que además cuenta con una gran flota pesquera. Otras tres provincias, como son Valencia, Alicante y Málaga, tienen una alta densidad de población debido, principalmente, a su característico turismo y al trabajo que éste crea. También encontramos en este caso tanto las Islas Baleares como las Islas Canarias debido a sus buenas temperaturas y a la tranquilidad y buenas playas que ofrecen las islas.


En el segundo grupo, y por tanto con una densidad bastante alta, se encuentran varías provincias costeras. En el norte podemos distinguir la densidad de población de las provincias de A Coruña, Asturias, Cantabria, La Rioja y Girona. Esta alta densidad se debe a que son provincias cercanas a grandes núcleos industrializados y desarrollados como hemos explicado anteriormente y se benefician de esto para conseguir también un buen grado de industrialización, además también tienen a su favor que son provincias costeras y por lo tanto más atractivas de cara al turismo. En la zona sur encontramos en este grupo las provincias andaluzas de Sevilla y Cádiz, la primera por ser una importante provincia española y la segunda por ser la más cercana a África.


Con un nivel algo inferior a este segundo grupo, encontramos el resto de provincias costeras en un tercer grupo con una densidad de población media pero muy superior a las zonas del interior español. Esto está causado por el éxodo rural que posteriormente explicaremos. También con un índice de densidad de población menor encontramos algunas provincias de interior que se "salvan" de este éxodo. Algunas de estas provincias son: Almería, Granada, Zaragoza, Navarra, Córdoba, Huelva, Tarragona, Valladolid, Castellón...


En el último grupo con el menor índice de densidad de población encontramos todas las provincias del interior peninsular, el espacio ocupado por las dos submesetas, y también las provincias de Huesca y Lleida. Estas dos últimas se encuentran en este grupo debido a que son provincias ocupadas principalmente por grandes montañas al encontrarse colindando con los Pirineos y por tanto también se ha visto afectada por el éxodo rural, en este caso a las provincias cercanas más desarrolladas. En el caso de las provincias del interior peninsular, como hemos expuesto anteriormente, esta falta de densidad comparada con las demás provincias españolas se debe al acusado éxodo rural. Este suceso se vio potenciado durante la revolución industrial y se produce por la diferencia de oportunidades que se daban en las provincias más desarrolladas industrialmente donde era mucho más fácil conseguir un trabajo para poder sobrevivir, en las zonas de interior la única profesión válida era la de campesino y principalmente de esta profesión solo se obtenían productos para la subsistencia de la familia. Por tanto ante esta situación la población joven, principalmente, decidió migrar hacía las zonas costeras y las zonas más industrializadas dejando el interior peninsular con una densidad de población muy baja e incluso abandonando muchos pueblos por completo y otros prácticamente sin vecinos.


En conclusión, España mantiene importantes diferencias en cuanto a su distribución demográfica. Éste dato, obviamente, no es positivo pues las provincias más desarrolladas tienen que cargar con el lastre de unas provincias muy por debajo de su nivel y esto produce que sea más difícil el desarrollo del país en general.